Hoy fue un día muy particular, el anterior al #8N y desde allí empezaron a suscitar muchas cosas, obviamente nuevamente después de discutir con Capitanich y Delia mi cuenta misteriosamente fue suspendida y quede afuera. Gracias a los amigos que me ayudaron enseguida y logre contactarme con la mayoría en mi otra cuenta. Me faltan seguidores pero no importa se iran recuperando.

La salida de la oficina fue un caos, con corte de luz en el medio, alarmas, evacuación, pero logramos salir y nos enfrentamos a que los semáforos del microcentro dejaron de andar, con lo cual empezamos otra travesia que era la de cruzar la calle ilesos. Los conductores lejos de solidarizarse con aquel que cruzaba, aceleraban para pasar antes y evitar demorarse ellos.  Todos nos miramos a nosotros mismos.

Durante el día sonaron un monton de funcionarios K tratando de desacreditar la manifestación de mañana, el #8N, evidentemente están viviendo una situación que no pueden manejar y quieren frenarla a toda costa. Esto demuestra algo, el pueblo es el que manda y cuando el pueblo se cansa de la humillación y tomada de pelo es cuando la cosa se acaba. El miedo termino, no es la marcha del miedo, es la marcha de que se acabo el miedo.

Por otra parte varios políticos opositores intentando “sumarse” a la marcha, a mi no me gusto mucho. Considero que la manifestación también es para ellos, que en su mayoría durmieron y se dedicaron a cobrar su dieta. Muchos han votados leyes claramente K.

Por ultimo, caminando y volviendo a casa intente un poco abstraerme de la realidad en la que me encuentro inmerso y empece a ver las caras y las actitudes de los demás y lo que vi me dejo pensando. Vi decepción y resignación en las caras, también vi bronca. Era muy molesto ver personas esperando en la entrada del subte para saber cuando van a empezar a funcionar e ir a su casa, cartoneros agitando en la calle y felices.

Esto me llevo a preguntarme algo fundamental: ¿Qué pasa cuando una sociedad esta descontenta? Nos guste o no todos tenemos que reconocer que algo no esta funcionando y por eso cualquier cosa nos enloquece rápidamente.  Vivimos en un gobierno de opresión y mentira, un gobierno que  ante cualquier persona que diga algo contrario al modelo no duda en descalificarlo “abuelo amarrete” o mandarle a la familia  a la AFIP (alumno de Harvard que hizo la pregunta incomoda).

Los anti K no estamos contentos porque creemos que lo que esta haciendo este gobierno esta destruyendo todo, la corrupción, la expropiación, el gasto publico, el clientelismo político a través de los planes, el eterno castigo al que trabaja y gana algo de dinero con impuestos a las ganancias, un cepo al dólar que niegan pero no niegan y sabemos que esto va a traer consecuencias. Los que vivimos la época del patilludo sabemos que cuando se acabo la plata se acabo la joda y todo indicaría que estamos siguiendo el mismo camino.

Los K, por otra parte, absolutamente enceguecidos con un modelo que claramente no va, pero que por alguna razón sienten que los beneficia, sin medir el impacto a futuro que todo esto va a producir. Ellos también están enojados, se pasan discutiendo el modelo con los demás y se enojan cuando no pueden responder alguna pregunta, terminan contestando “derrotista”.

Y un gobierno furioso porque no esta logrando lo que quiere, que es que todos agachemos la cabeza y digamos que es perfecto el modelo, que Clarin Miente y demás. Por esto contrata a personas que están en los diarios descalificando los comentarios de quien opina distinto, en twitter suspendiendo cuentas en un maravilloso aparato que tienen totalmente aceitado porque lo hacen muy bien.

Entonces todos estamos enojados, molestos, que vamos a hacer con esto? Vamos a permitir que todo esto explote o vamos a buscar pacificar las aguas para poder seguir con una democracia como estoy seguro que todos queremos.

Sra Presidente, todo esto depende de usted, de las ganas que tenga de unir a un país que usted misma se encargo de fracturar, dividir y alejar. Espero que tenga la posibilidad de reflexionar acerca de esto.